El nuevo hijo del acordeón Juancho de la Espriella.

Juan Mario de la Espriella Salcedo, mejor conocido como Juancho de la Espriella, es un músico colombiano de vallenato. Nacido el 26 de febrero de 1973 en Sincelejo, (Sucre).

“Juancho”, se crió en Sincelejo, hijo de Rosario Salcedo y Carlos De La Espriella (fallecido), de quien heredó en gran parte su gusto por la música vallenata. A los 3 años obtuvo su primer acordeón, sin embargo, su afición formal por el instrumento empezó a los 13 años, cuando comenzó a practicar largas horas en su cuarto.

Su padre fue abogado de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y político, que ejerció de gobernador encargado del departamento de Sucre en una oportunidad. Su madre es oriunda de Barranquilla e intérprete de piano. El gusto por la música vallenata lo heredó de su padre, quien hacía parrandas vallenatas en su casa con artistas como Poncho Zuleta y Emilianito Zuleta de Los Hermanos Zuleta y el juglar Alejandro Durán, las cuales vivió Juan Mario en su infancia.

Su padre le regaló su primer acordeón cuando tenía 13 años de edad, bajo la condición de que estudiara pero mantuviera la música como un pasatiempo, sin embargo Juan Mario no estudiaría carrera universitaria para dedicarse completamente a ser acordeonero profesional.

El tiempo transcurrió y Juan Mario se fue perfilando como un fiel seguidor de la escuela de Gonzalo Arturo “El Cocha” Molina; esto se evidenciaba cuando Juancho tocaba parrandas y serenatas; la influencia de este gran acordeonero era visible en las notas de su acordeón.

A principios de los años 90 y después de esperar durante mucho tiempo una oportunidad para mostrar su talento, Juancho se encontró con Miguel Cabrera, a sus 18 años, con quien realizó su primer trabajo musical llamado “Pedacito de mi vida”; con el cual grabó dos discos más.

Luego de adquirir cierta madurez musical, a finales de la década de los 90, Juan Mario hizo pareja con Peter Manjarrés. Con él realizó cuatro producciones musicales, entre ellas, «Una nueva generación» el cual incluyeron composiciones de Felipe Peláez, José Alfonso «Chiche» Maestre,  Alberto «Beto» Murgas, Antonio Urbina, entre otros compositores, los cuales hicieron de dicho álbum un gran éxito musical.

Al siguiente año, en el 2000, Manjarrés y De la Espriella grabaron el álbum «Inolvidables» con las canciones «Cuéntale» de la autoría de Richard Daza; «Déjalos que hablen» del compositor Antonio Meriño; El mal herido de la autoría del juglar Leandro Díaz; «Enamorados» de Felipe Peláez; «La callejera» de Hernando Marín; «Que dolor» de Luís Enrique Martínez; Quiero rumbear de Alberto «Beto» Murgas; «Quiero organizarme» de Romualdo Brito; «Reconciliamos» de Fabián Corrales, entre otros.

El álbum «Un sentimiento nuevo» fue grabado en 2001 por Manjarrés y De la Espriella, en el cual, incluyeron las composiciones «Cógela suave» de Dagoberto «el negrito» Osorio; «Dios sabe lo que hace» de Enrique Araújo; «Dueña de mi vida»  de Reinaldo «Chuto» Díaz; el apoyador de Franklin Moya; «El que más te quiere» de Fabián Corrales; «Famoso por quererte» de Felipe Peláez; La golondrina del juglar y compositor Rafael Escalona.

El álbum «Un sentimiento nuevo» fue grabado en 2001 por Manjarrés y De la Espriella, en el cual incluyeron las composiciones «Cógela suave» de Dagoberto «el negrito» Osorio;  «Dios sabe lo que hace» de Enrique Araújo; Dueña de mi vida de Reinaldo «Chuto» Díaz; «El apoyador» de Franklin Moya; «El que más te quiere» de Fabián Corrales; «Famoso por quererte» de Felipe Peláez; «La golondrina del juglar» y compositor Rafael Escalona, entre otros.

En 2003, Juancho De la Espriella se unió al cantante Silvestre Dangond para grabar el álbum «Lo mejor para los dos» y posteriormente grabó seis discos que le merecieron innumerables triunfos hasta enero de 2012.

Estando preso en una cárcel de Valledupar por el caso de la muerte de Doris Adriana Niño, el cantautor Diomedes Díaz grabó junto a Juancho De la Espriella el álbum «Pidiendo vía» en el 2003. De la Espriella se tomó un tiempo aparte de su compañero Silvestre Dangond para realizar la producción discográfica al lado de El Cacique de La Junta.

Diomedes grabó su voz en un cuarto que permitieron usar dentro de las instalaciones de la Cárcel Penitenciaria y Judicial de Valledupar durante tres días y la grabación del álbum duró entre dos y tres meses en unos estudios a pocas cuadras de la cárcel y estuvo a cargo de Juancho y los demás integrantes de la agrupación musical de Diomedes.

Este disco fue un éxito total y dio a conocer aún más el talento de este joven artista, que para entonces, ya recibía los mejores comentarios de la crítica vallenata. Incluso, en el 2006, Juancho grabó en Fiesta Vallenata con Beto Zabaleta y Jorge Celedón.

Luego de colaborar con el gran Diomedes Diaz, «Juancho» continuo normalmente con el artista Silvestre Dangond, sin embargo, tras anunciar su separación causaron revuelo en los medios de comunicación en Colombia, además de la reacción de sorpresa que causó entre los seguidores y fanáticos del vallenato. Según Silvestre, su separación con De la Espriella se dio porque después de diez años, el cantante sentía que el grupo había caído en la monotonía. Juancho por su parte aseguró que Silvestre quería cambiarlo por otro acordeonero. Silvestre formó pareja musical con Rolando Ochoa al poco tiempo, quien hasta el momento había sido pareja del cantante Martín Elías, quienes venían haciéndole competencia a Silvestre y Juancho en el niche comercial.

De 2012 a 2014 acompañó a Martín Elías Díaz. La dupla fue merecedora de grandes premios y reconocimientos por parte del público y de los medios de comunicación. Con Martín grabó “El boom del momento”, una producción con mucha madurez musical, donde se percibe un aire juvenil y moderno, mezclado con el profesionalismo que los caracteriza.

A inicios de diciembre de 2014, Juancho De la Espriella oficializó su unión musical con el cantante Mono Zabaleta, quien había estado con el acordeonero Elías Mendoza.

Para celebrar sus 20 años de vida artística, Juancho invitó a varios artistas del vallenato a grabar un álbum conmemorativo. El primer sencillo de Juancho De La Espriella «20 Años de Vida Artística» fue lanzado 11 de diciembre de 2014, titulada «Sabroso 20 de enero” de la autoría de Juancho Polo Valencia e interpretado a dúo por Peter Manjarrés y Mono Zabaleta, y el acordeón de Juancho De la Espriella. Otros cantantes que colaboraron en este álbum fueron Jorge Celedón, Jorge Oñate, Iván Villazón, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Martín Elías, Silvestre Dangond, Joaco Pertuz y Miguel Cabrera. Además del álbum algunos artistas realizan presentaciones en vivo acompañando a Juancho, como el cantante barranquillero Samuel Isaí ‘Samy’ Pérez Ramos.

En el 2016, Juancho y Silvestre planearon el Tour del reencuentro, patrocinado por la marca Something Special, en el que los artistas planearon presentaciones junto a sus parejas musicales; el acordeonero Lucas Dangond y el cantante Mono Zabaleta.

Los artistas planearon presentarse en 21 ciudades de Colombia, entre las que están Medellín, Bogotá, Bucaramanga, Cúcuta, Manizales, Valledupar, Villavicencio, Yopal, Pereira, Popayán, Ibagué, Florencia, Montería, Cali, Santa Marta, Cartagena, Ocaña, Sincelejo, Neiva y Barranquilla, con 25 conciertos. A nivel internacional programaron Estados Unidos, Venezuela, Panamá y Ecuador.

A principios de mayo de 2016, Juancho y Mono Zabaleta terminaron su relación musical bajo mutuo acuerdo. Juancho continuó realizando las presentaciones junto a Silvestre Dangond como parte del Tour del reencuentro y otros aristas que lo acompañan en las presentaciones de la conmemoración de sus 20 años de carrera artística.

Juan Mario contrajo matrimonio con Dolly Cáliz, de cuya unión hay dos hijos; Salvatore y Manuela De la Espriella Cáliz.

Desde los 17 años hasta los 27 años de edad, Juan Mario pasó gran parte de su vida en fiestas tocando el acordeón, consumiendo alcohol, volviéndose un adicto a las drogas y manteniendo relaciones con muchas mujeres. Durante este período hizo pareja musical con Miguel Osorio, Miguel Cabrera y Peter Manjarrés. Según Juan Mario, fue cuando se unió a Silvestre Dangond y conoció a Dolly Cáliz que su vida empezó a cambiar para tratar de salir de las drogas y la vida de parranda que llevaba.

Desde entonces ha tenido varias recaídas en las drogas y el alcohol, pero las ha sobrellevado según él también, por su entrega a la religión cristiana. Su compañero de ese entonces, Silvestre también era consumidor de drogas.

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