El inolvidable rey de la cumbia Andrés Landeros.
Cuando hablamos de cumbia colombiana, resuenan nombres como José Barrios, Pachón Galán, Joe arrollo, entre otros grandes artistas, pero, es innegable el talento de una persona que al grabar 400 canciones resalto su talento como cantante, compositor y acordeonero, este artista lleva el nombre de Andrés Landeros.
Nació en San Jacinto, Colombia, el 4 de febrero de 1932, Andrés comenzó su carrera en la cumbia a sus 18 años, apasionado por su labor fue reconocido rápidamente como interprete, ya que asistía a todas las festividades y corralejas que organizaban en su pueblo. Instruido por Delia Zapata Olivella, Andrés conquistó a temprana edad el acordeón, casi como si fuera parte de él.
El don de Andrés no tenía limites, al punto en que recordaba perfectamente ‘’La hamaca grande’’, que compuso Adolfo Pacheco, ya que le hizo el arreglo y fue el primero que la interpretó. Comenzó su primera agrupación al lado de Antonio Yaspes, Juan Gregorio Ortega y Vicente Fernández, llenando el corazón de las personas en una década inolvidable.
Mejor conocido como el rey de la Cumbia, fue escogido hace 22 años como «Rey Vitalicio» en el Festival Vallenato, concurso que le fue esquivo en varias ocasiones. En varias oportunidades participó, pero, no pudo conquistar el primer lugar. Sin embargo, siempre salió aplaudido y admirado de la Plaza Francisco El Hombre.
El legado de Laderos es muy extenso, no solo por sus casi 400 canciones grabadas, sino también por los 24 hijos que tuvo, de los cuales solo 22 sobrevivieron, pero, a pesar de que Laderos fue reconocido como el rey de la Cumbia, sus hijos no se dedicaron a la música, sin embargo, para suerte del cantante, compositor y acordeonero sus nietos Yeison y Jenifer Landero ya empezaron a seguirle los pasos en la música.
Formó su propio conjunto y empezó a participar en certámenes donde resultó triunfador. Ha sido proclamado en El Banco, (Magdalena), «Rey sabanero» en Sincelejo, «Rey Vallenato» y «Rey del festival bolivarense del acordeón». Participó en cinco oportunidades en el Festival de la Leyenda Vallenata logrando dos segundos lugares y dos terceros lugares. Su primer conjunto con e cual participó lo integró con Eduardo Lora como cantante, Carlos Caro, en la guacharaca y José Tobías en la caja.
Realizó giras por Venezuela, Panamá, República Dominicana y México.
Murió el 1 de marzo de 2000, en su hacienda junto a su hijos y nietos, dejando un legado imborrable en la cumbia colombiana y un aporte significativo para la cultura sabanera.