Don Tobías Enrique Pumarejo: El creador de un legado.
Compositor de una de las canciones más sonadas en época decembrina y responsable de establecer éxitos folclóricos en el exterior antes de que el vallenato tuviese nombre y se tocará con acordeón, Tobías Enrique Pumarejo Gutiérrez, sin dudarlo es y será el precursor del vallenato, con su peculiar y distintivo estilo que estableció las bases para la consagración del canto vallenato.
La gran mayoría de personas que saben y consumen este género, pueden afirmar que Tobías, compuso la música que marcaría el siglo pasado junto a otros artistas de su talla, esto se puede comprobar a través de una de sus más exitosas canciones “La Talla”, canción que generó diversos sentimientos de nostalgia en los abuelos durante aquella época, tanto así, que durante la década de los ochenta, los hermanos Zuleta re versionaron dicha canción para transmitirla a una nueva generación y así evitar que esta letra se perdiera, aunque la esencia clásica de esta composición necesitaba de una versión posmoderna que fue suplida por el conjunto vallenato “código 3” en el año 1996.
El gran autor detrás de todos estos hechos, el aclamado Tobías Enrique Pumarejo, nació como otros de sus contemporáneos del vallenato en la misma tierra donde nació este ritmo, en Cesar, Valledupar, un 8 de agosto de 1906, vivió gran parte de su vida en Copey (Cesar) desde 1940, en su hacienda ganadera “El Otoño” sitio que influyó mucho en la composición de sus mejores canciones.
Entre sus logros más destacados están el haber pertenecido al jurado del primer festival de La Leyenda Vallenato, siendo el primer artista de vallenato separado de los instrumentos musicales, el primer miembro de la sociedad vallenata que cantó y compuso este característico ritmo, además de haber sido la persona a cargo de abrirle las puertas a este nuevo aire musical de Valledupar.
Cursó sus estudios de bachiller hasta quinto grado, los cuales realizó respectivamente en Medellín durante los años veinte en el Liceo de la Universidad de Antioquia, institución en la que recibió su mayor influencia académica, poética y musical.
Junto con sus amigos Pedro Castro Monsalvo, Celso Domingo Castro Trespalacios y Ovidio Palmera conformaron una orquesta magdalenense. Esta orquesta era peculiar al resto ya que no conjugaba el acordeón, la caja, ni la guacharaca, sino el piano, el violín, la guitarra, el saxo y la flauta, que eran los instrumentos musicales más relevantes de esa época.
Durante estos años “Don Toba” como era famosamente llamado entre sus seres y amigos más cercanos, se encontraba componiendo lo que fue su primera canción, de hay en adelante seguiría experimentando con otros estilos musicales que hasta esa fecha no fueron lo suficientemente explotados como; pasillos, valses, rancheras, paseos, sones, puyas, y su gran especialidad los merengues. En sus composiciones siempre tuvo en cuenta principalmente a su familia, sus amigos, compadres y allegados políticos. Su versatilidad para variar géneros fue prodigiosa.
La canción por excelencia del maestro Pumarejo durante la época decembrina que suena en todos los hogares colombianos desde aproximadamente hace sesenta años es “La víspera de Año Nuevo” canción que ya iba exponiendo el potencial creativo con el que contaba Tobías Enrique Pumarejo y por la cual es más reconocido “Don Toba.”
Asimismo, solía ser como toda leyenda vallenata, hombre parrandero y mujeriego de primera talla, el cual dedicaba su tiempo fuera de la música para la afición que tenía hacia los caballos, era tan grande y acérrima su afición que decidió dedicar varias canciones a este animal, su más famosa composición del ya mencionado tipo fue “La Muerte del Curioso”.
Don Toba fallecido en la ciudad de Barranquilla el 8 de abril de 1995 a la edad de 82 año dejando un legado musical vigente para los siguientes artistas y grupos que con medida del tiempo fueron innovando y revolucionando el género por las influencias que desde un principio dejó marcadas el gran Tobías Enrique Pumarejo a través de su música.